“Narcisismo y nepotismo vs convivencia ciudadana”.
Escrita por : Juan David Salguero.
Nunca antes en la historia reciente de nuestra ciudad se notaban, percibían y exponían tantos casos de intolerancia, agresiones verbales, físicas y espectáculos grotescos quizás por la ausencia de una política social en materia de convivencia y falta de cultura ciudadana.
La secretaría de gobierno del municipio en cabeza de un personaje como Carlos Portela, quien solo se visibiliza en redes sociales fiel a la tendencia narcisista de esta administración no se muestra contundente.
El problema de la convivencia ciudadana coadyuva directamente en el incremento de altos índices de percepción de inseguridad ciudadana, siendo esta dependencia municipal la directamente responsable según cómo está conformada la estructura organizacional de la alcaldía; A todo lo anterior, se le suma la pauperrima prestación de los servicios públicos esenciales a nuestra comunidad que son del resorte de las otras dependencias del municipio.
La ley de convivencia y seguridad ciudadana es para cumplirla y hacerla cumplir señor secretario de gobierno, de su cartera dependen las instituciones encargadas de promover la convivencia pacífica y aplicar los respectivos correctivos en búsqueda de una salida pacífica y amigable a todos estos problemas a través de conciliaciones, o en su defecto las respectivas multas y trámites a la justicia ordinaria de hechos graves.
La inspecciones de policía se constituyen en la herramienta fundamental para este campo y se deben fortalecer tanto técnicamente como humanamente con personal idóneo y especializado en el tema y no con politiqueros, ni con nepotismo desbordado, ni amiguísimos que agregándoles el narcisismo han pululado en esta administración y parecen estar en este plan de gobierno, pues se han caracterizado como de alto valor.
Las juntas de acción comunal y la figura de ediles hacen parte integral en la conformación de equipos de sus zonas con el fin de conservar la convivencia pacífica, infortunadamente en nuestra ciudad estás dos figuras se utilizan para la obtención de votos, demagogias y orientación de conciencias incautas ya que estas personas son traficantes electoreros, con deficiencias notorias en materia de convivencia y son muy pocos los que desarrollan su función con naturaleza comunitaria, dependiendo de los amaños, caprichos y la segregación de esta administración nefasta.
Casos repetitivos como la de la familia Monroy, el concejal Zarta, el concejal franco que amenaza e intimidad a presidente de junta de acción comunal, el propio alcalde y sus funcionarios más visibles, la señora de La Ciudadela Simón Bolívar agrediendo a una empleada de Interaseo, taxistas y buseros esgrimiendo armas corto punzantes para sus exposiciones de hombría en riñas, están a la orden del día en nuestra ciudad; aunado a lo anterior la carencia de programas de cultura ciudadana de la administración, el deterioro de la ciudad, la mala recolección de basuras, el abandono de infraestructura, la exhibición de funcionarios en redes sociales en tik tok con tendencias mafiosas y sobretodo los argumentos falaces y mentirosos de la administración contribuyen y coadyuvado a la presente realidad.
Para la muestra un botón, Carlos Pórtela un político y politiquero hasta los tuétanos, de nula preparación en el tema, pero eso si al frente de una cartera estratégica en búsqueda de su fin primordial, el nepotismo y narcisismo de alto valor para la consecución de votos.
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