Trabajadores y extrabajadores de Mercacentro, el centro de la economía que es de todos y es de aqui, denuncian una situación que aunque pasan años no quieren cambiar en la empresa.
Aunque los trabajadores han soñado con laborar ocho horas seguidas, deben acatar dos turnos de cuatro horas que les asignan en el día y no está garantizado que al terminar las horas del día puedan salir porque a último momento los necesitan más y deben quedarse. La empresa les paga esas horas extras en ocasiones mediante días de descanso y no en efectivo.
Por errores sencillos como minutos de llegar tarde, entra en riesgo su puesto y hay preferencias según denuncian.
Las consecuencias de esto ha sido sujetar todos los días enteros de sus vidas al supermercado, no adquirir compromisos, tal vez no alcanzar a almorzar, no tener tiempo para cumplir cada uno responsabilidades en su hogar con sus hijos, divorcios de sus parejas y también problemas sentimentales entre los mismos trabajadores.
La antigüedad en la empresa nunca es tenida en cuenta para que los trabajadores tengan citas médicas o para que pueden lograr un título profesional si aún no lo tienen y progresar en su vida.
Quienes nos denuncian esto, advierten que era posible tomar represalias contra los trabajadores por esta noticia sino decíamos esa misma advertencia aquí.